Mi momento ideal para visitar este parque es durante los días calurosos de primavera o verano. Por el colorido de los lilos en flor en primavera o los tonos rosas del árbol de amor pero, sobre todo, por el cobijo que ofrece su vegetación para escapar de los días de extremo calor en la ciudad de Madrid sin tener que acudir a los sitios cerrados con aire acondicionado.
Me preguntaba, sin embargo, qué estampa ofrecería este frondoso parque en otoño y aquí os dejo mis impresiones para que valoréis y elijáis vuestro momento ideal.
La duquesa de Osuna, Doña María Josefa de la Soledad Alonso Pimentel y Téllez Girón, Condesa de Benavente y Duquesa de Osuna, junto a su esposo Pedro Téllez Girón, IX Duque de Osuna, quisieron crear una finca de recreo, en el siglo XVIII para alejarse del bullicio de la ciudad y disponer de un espacio para disfrutar de artes y ciencias, y ejercer su mecenazgo en un entorno adecuado.
Plaza de los Guardas o Plaza Redonda
Nuestro primer acceso es a esta plaza que nos recuerda a una pequeña plaza de toros (función que alguna vez ejerció). Por aquí entraban también los carruajes y dejaban a sus ilustres visitantes y virar sin entorpecer la llegada del siguiente.
Al entrar en el jardín y una vez pasada la puerta que nos separa del espacio anterior nos reciben unos ejemplares de pino piñonero de gran porte. El itinerario parece sencillo: una amplia calle perfectamente recta nos indica el camino a seguir por el paseo de los robles. A nuestra derecha
Plaza de los cipreses:
Entre grandes cipreses (el emplazamiento no puede ser más apropiado), se entrevén dos columnas, con bustos en la parte superior y enfrentados dándose la espalda uno al otro y separados los 40 pasos reglamentarios que marcan los duelos a pistola. Afortunadamente nunca llegó a utilizarse.
Taller e Invernadero:
Aunque la parte que veremos desde aquí es la que acogía a la escuela taller de jardinería que acometió los primeros trabajos de restauración (tras décadas de abandono) se dice que este invernadero es el más antiguo de Madrid (el de El Retiro regenta un honroso 2º puesto). Aquí, la duquesa, podía disponer de lilas durante todo el año.
Plaza de los emperadores y La Exedra:
Plaza con bustos de emperadores romanos y presidida por La Exedra con busto en bronce de la duquesa. En la cartelería que acompaña este espacio podemos ver una fotografía de su espacio original. Aquí os dejo algunas fotos del jardín y arquitecturas en el pasado para que os hagáis una idea.
Desde aquí la línea recta que parecería llevarnos al palacio hace un quiebro, seguramente para preservar un poco la privacidad. Es ahora cuando empezaremos a vislumbrar la vivienda.
El laberinto:
A la derecha del parque y a un nivel inferior se encuentra, dentro del área correspondiente al estilo italiano, el laberinto formado por setos de laurel. Tras su desaparición, se han seguido los planos originales para reconstruirlo. No es accesible para el público ni la escasa altura en la que nos encontramos ofrece una buena vista del entramado del mismo, pero es otra de las interesantes intervenciones en este jardín.
En este área disfrutamos de los colores del otoño gracias a los granados y a los castaños que salpican el espacio.
El palacete:
Una fachada sencilla de dos plantas acogió en su tiempo una importante colección de cuadros (muchos de ellos de Goya), de partituras y una interesante biblioteca. Pero también fue Cuartel General durante la Guerra Civil.
Aquí os dejo un enlace sobre algunas de las escenas de películas que se rodaron en el parque de El Capricho.
Más información sobre el palacete de los duques de Osuna en El Capricho
El bunker:
Más que un bunker (función ofensiva) es un refugio que el que acoger a un total de 70 personas. Construido a 15 metros de profundidad, tiene dos puertas de acceso que podemos apreciar a un lado del palacete. No está abierto al público salvo con visita concertada. Os dejo el enlace para reservar visita al búnker.
El Templete:
Nos adentramos ya dentro del tipo de jardín predominante en este espacio, el jardín paisajista inglés (que imita a la distribución «natural» del espacio).
Sobre la colina se encuentra este romántico templete que alberga una escultura de Baco (dios romano del vino y ocio). Más apropiada parecería la escultura que se encontraba inicialmente aquí, la de Venus y que hoy se halla en el abejero. Su posición elevada rodeada de pradera nos permite una vista general del parque que, desde cualquier otro punto y, debido a su frondosidad, no vamos a poder tener.
El abejero:
Por un pequeño y frondoso sendero llegamos a esta construcción que cualquiera hubiese imaginado más modesta. No es así. Este edificio fue creado para que los amantes de la naturaleza podrían observar el incesante ir y venir de las abejas «en su medio». Es posible que puedas asomarte a su interior y ver su único habitante a día de hoy: la estatua de Venus y la riqueza de su decoración. Solo podrás percatarte del minúsculo foso que rodea a esta construcción acercándote al edificio, así que, os invito a ser curios@s.
Si accedemos a la parte posterior, podremos también observar de cerca cómo se produciría la entrada de las abejas a la colmena, una vez se les abría la trampilla. Rodeando el edificio estaría, en su momento, la vegetación más apropiada para que las abejas produzcan su miel.
Estás ante una edificación única en el mundo.
Las ruinas:
Otro elemento romántico son las ruinas casi ocultas por la maleza que se pueden vislumbrar si prestamos especial atención.
El fortín:
Rodeado de un foso con agua, es también el punto de partida de los paseos en barca que recorrerán la ría hasta finalizar en el Casino de baile. En su momento se completaba con puentes levadizos de madera cañones y soldado. En su centro, un enorme pino.
Seguimos nuestro camino por una gran pradera que invita al descanso. Es posible que, durante el camino, si hay silencio suficiente, podamos escuchar el sonido del pájaro Pico picapinos: un sonido hueco de un pequeño taladro.
También encontrarás otra peculiaridad, el testigo mudo de la creación de este parque que sufre las consecuencias del paso de las centurias. Este árbol apuntalado en sus dispersas ramas es uno de los más representativos de este parque: el árbol de amor o el árbol de Judas (Cercis siliquastrum).
Cruzamos un pequeño puente sobre un arroyo tapizado de hiedra y llegamos al embarcadero.
Casa de Cañas y lago:
Era un pequeño embarcadero y preside el lago artificial en el que podremos ver patos y cisnes (no te confíes, no son tan amigables como parecen). Se le conoce como Casa de Cañas por su revestimiento exterior.
En el centro del lago, una pequeña isla con el monumento funerario del III duque de Osuna. Quizá haya servido para homenajear a su antecesor y recordar al visitante curioso la injusta suerte que corrió al final de sus días. A sus pies una pequeña cascada.
El coqueto puente de hierro anexo (1830),es el más antiguo de España , aunque el de Triana, por su envergadura, le roba el honor.
Caminamos acompañados de hortensias cuyas flores ya están un poco mustias pero que conservan su porte lozano.
La ermita:
Decir que esta nueva recreación acogió a un ermitaño en funciones, con una peculiar historia que aquí os dejo. Creo, no obstante, que finalmente no se encontraron restos bajo la pirámide que supuestamente servía de modesta tumba del eremita Arsenio.
Podemos bordearla y asomarnos a su interior para observar los trampantojos dibujados tanto en su fachada como en su interior.
El casino de baile:
Nos dirigimos hacia este lugar bordeando el lago al que nos habíamos asomado. A nuestra izquierda una pequeña extensión cubierta con las enormes hojas del acanto.
Llegamos al final del recorrido de la ría (que en realidad es el origen bajo este edifico se encuentra el gran pozo que surte de agua al jardín). Llama la atención un gran jabalí de piedra bajo las escaleras por las que se accede al edificio. Por aquí, originalmente caía el agua que manaba de un pozo.
La construcción es de planta octogonal y dispone a su alrededor de una serie de bajorrelieves con escenas campestres y un balcón que recorre todo el perímetro y que permitiría contemplar el gran parterre que se encuentra en la parte trasera del edificio.
Justamente en esta parte es en la que se encuentran los aseos. Así que aquí la parada es más que aconsejable tras el largo recorrido de más de dos horas que hemos realizado.
El Polvorín:
Descendemos hacia la entrada del jardín y si prestamos mucha atención podemos distinguir entre la vegetación, a nuestra izquierda el polvorín construido durante la guerra civil española. Si no es así, no te preocupes porque distinguirás con facilidad una de sus puertas de acceso en nuestro siguiente punto de interés.
La Casa de la vieja:
Recrea la casa de campo construida, en 1792, con adobe y troncos o ramas y su correspondiente huertecillo. Su nombre se debe unos de los autómatas (a tamaño natural) que ambientaban este espacio, una vieja tejedora. El resto del interior estaba ocupado por pinturas que representaban la decoración de los espacios como podemos ver en este interesante reportaje El capricho: paseo por sus lugares secretos. El huerto cambia de plantación según la temporada.
A tener en cuenta:
- A día de hoy el horario de acceso es bastante restringido: Para el público en general los fines de semana y festivos (atención al horario que cambia según la estación). Consultar en la página web del Ayuntamiento de Madrid. Con visita guiada y concertada
- Acceso gratuito pero restringido a 1000 personas.
- Este jardín histórico artístico es un lugar para el paseo relajado por lo que tiene determinadas limitaciones de uso para su conservación:
- No se puede entrar con comida ni animales.
- No se puede entrar con bicicletas, patinetes, balones, etc.
- Una de las oportunidades que solo te dará el otoño es el poder ver y tocar el «fruto» (en realidad es una agrupación de frutillos) del naranjo de los Osages o maclura pomífera de gran tamaño y peso. Atención a ello porque, si se te cae encima, podría darte un disgustillo.
- Si os animáis a visitar el parque en otoño, es mejor acercaros por la mañana para apreciar mejor los matices de tonos ocres con la luz del sol. Además, con las bajas temperaturas y lo frondosidad, la luz del sol y el calor se agradecen.
Ubicación:
Distrito de Barajas. Paseo de la Alameda de Osuna.
Consultar mapa de acceso y recorrido recomendado para la visita al parque.
Saber más:
Fichas botánicas de El Capricho.
Hechos y leyendas sobre los últimos descendientes relacionados directamente con la alameda de Osuna
En el cine:
En la serie del Ministerio del Tiempo
Este parque, ya conocido por mi desde hace años, es un privilegio para el paseante urbano ávido de sensaciones. Nunca me canso de volver a él. Gracias amiga, por invitarme a evocarlo nuevamente.
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