Tengo una buena razón (esa razón se llama Ana, mi hija), para vivir la música, con intensidad creciente. Juntas, nos adentramos en el descubrimiento de todo lo que rodea (y sostiene) al maravilloso mundo de la ópera. Para nuestro primer acercamiento, elegimos la Visita artística que consiste básicamente en conocer los lugares de trabajo: salas de ensayo, los camerinos (individuales y comunes) o los distintos departamentos de caracterización de personajes (vestuario, peluquería y maquillaje). Y os aseguro que, aunque menos glamurosa que los que se nos revela en el escenario, está llena de secretos que desvelar.
Nos encontramos en el hall principal, despejado y luminoso, que daría acceso a las butacas. Nosotros tendremos que resistirnos a la tentación de asomarnos, por el momento, para dirigirnos al ascensor que nos llevará a la primera zona a visitar, bien alejada de la presente. El ascensor está recubierto de espejos que abren el espacio y alimentan las vanidades. Nos deja en la planta séptima, en la Sala Gayarre, un pequeño teatro dentro del teatro. Es el momento para descubrir, cómodamente sentados, algunos datos sobre la construcción del edificio, las vicisitudes por las que pasó a lo largo de su relativamente corto espacio de existencia, desde la colocación de la primera piedra en 1818.
Este miniteatro (si consideramos que tiene una capacidad para 190 espectadores frente a los 1746 que puede albergar la Sala Principal) tiene un carácter fundamentalmente pedagógico: óperas para niños, conferencias introductorias sobre la ópera que escucharán posteriormente, talleres…
En la Sala de ensayos de puesta en escena, encontramos una recreación esquemática, pero fiel y a tamaño real, del escenario de la ópera siguiente en la programación. De esta manera, se puede simultanear una ópera con el ensayo de la siguiente, sin ningún tipo de interferencias. Esta estructura, las líneas trazadas sobre el suelo, y las palabras de la guía, subrayan el mismo principio: coordinación y precisión.
La Sala de ensayo del coro nos sirve de excusa para mostrarnos un curioso sistema de adecuación de acústica al número de voces.
Llegamos a la Sala de ensayo de la orquesta, un espacio bañado por la luz natural bajo el techo del edificio. La acústica, una vez más, sería exactamente la misma que la de la sala principal. Unas enormes «lentejas acústicas» bajo el techo, recogen los ruidos de la cubierta debidos a las condiciones climatológicas.
Como era de esperar, la Sala ensayo del ballet está rodeada de espejos y cortinajes para descubrir o cubrir en función de la evolución de los ensayos. No obstante, aquí también hemos hecho un descubrimiento y es que el suelo resulta ser intercambiable en función de los distintos tipos de danzas.
Pasamos por delante de las Salas de ensayo individual y nos dirigimos a la amplia zona de Sastrería, zapatería y vestuario, en planta 5ª. Pasillos con caballetes perfectamente organizados e identificados con nombre y apellidos y todo realizado a medida. Aquí se encuentran también las dependencias en las que se lava (con enormes lavadoras) y plancha la ropa de los artistas principales cuyo esfuerzo en el escenario hace necesario este proceso (¿A qué no te lo imaginabas?). Una vez finalizadas las jornadas de representación de una producción determinada, se documenta todo. se cataloga y almacena. Es posible que se recupere años más tarde…
En este área existe un equipo de confección y otro de asistencia al vestuario de personajes. Las primeras ocupan una gran mesa de trabajo, o se acomodan en algunas de las áreas dedicadas al patronaje, máquinas de coser u hormas de zapatos y botas.
Vamos completando al personaje en la Sala de caracterización a medio camino entre la peluquería y un salón de maquillaje. Al fondo el Taller de confección de pelucas. De pelo natural (que soportan mejor el tinte), y confeccionadas, como no, a medida. El versátil y adaptable sistema de confección que utilizan, os invito a descubrirlo por vosotros mismos en vuestra visita.
Descendemos a la planta 1ª. Cada vez más próximos al escenario, nos encontramos con los Camerinos colectivos. Los trajes, asociados a los personajes, están colgados junto con el nombre y fotografía del vestido y complementos tal y como quedarían finalmente puestos. Armarios y espejos con luces para dar los últimos toques al maquillaje y peinados. Siempre accesibles, los monitores que emiten lo que va sucediendo en escena para que cada personaje esté preparado en cada momento.
El escenario está en la planta 0 y aquí se encuentran los camerinos individuales: baño, armarios, zona de descanso, piano y el monitor de televisión para el fin anteriormente descrito.
No podíamos abandonar el teatro sin asomarnos, aunque fuese por breve espacio de tiempo, al escenario. Una rápida entrada a un palco desde donde nos hacemos una ligera, pero emocionante idea de lo que nos espera de este lado del teatro.
COMENTARIO:
- El Teatro Real ofrece distintos tipos de visitas temáticas que nos permitirán tener una visión precisa de toda la complejidad de este género musical teatral.
- No está permitida la realización de fotografías durante el recorrido.
- Tras la visita, una puede entender con total claridad el coste de la entrada de este espectáculo. Afortunadamente los jóvenes disponen de opciones realmente interesantes, en este sentido. Y si no, siempre nos queda el Palco Digital…
¿Os ha picado la curiosidad y queréis saber más? puedes descubrir más en el programa de RTVE Teatro Real: las mejores notas.